lunes, 30 de septiembre de 2013

Una no, ¡dos!

Por fin vi una Sanglas 400y en vivo, bueno una no, ¡dos! ¡Qué de cosas para mirar, apuntar y fotografiar!

El asunto es que buscando piezas quedé con un hombre para ver algunas piezas... Y no solo tenia una Sanglas 400y, para despiece, si no que tenia otra perfecta, muy bonita. Con su permiso saqué la cámara e hice muchas fotos, sobre todo de algunas cosas que no tengo demasiado claras.
Para colmo este hombre es una enciclopedia y entusiasta de las motos clásicas, que suerte he tenido.
Volveré a verlo porque necesito algunas piezas
(dos intermitentes, dos retrovisores y un patinador de goma).
¡Gracias Esteban!